Lo que no hace/hace un psicólogo:
No “soluciona los problemas”, ayuda al paciente a encontrar una solución, adaptada a él, según sus necesidades y sus circunstancias.
No “toma decisiones” en lugar del paciente, le ayuda a valorar y decidir por él mismo, aumentando la objetividad, el entendimiento profundo y el espectro de las perspectivas.
No “da consejos”, propone técnicas para aumentar los recursos del paciente y lograr una mejora significativa en la vida cotidiana, a corto, medio y largo plazo.
No orienta según sus criterios personales, ayuda al paciente a encontrar y construir los suyos propios, y fomenta la independencia y la autonomía del paciente.
No “sabe todo”, estudia el funcionamiento psicológico, cognitivo, emocional y afectivo de las personas y conoce terapias y técnicas para mejorarlo cuando no es satisfactorio y crea dificultades.
No “juzga” a las personas, acepta incondicionalmente sus vivencias, respetando la idiosincrasia.
No es un amigo, se le puede explicar todo, escucha activamente, entiende lo que le pasa al paciente y tiene empatía con él. Respeta la confidencialidad.
No es un maestro, es un guía que ayuda en algunos recorridos difíciles de la vida.
